viernes, 9 de abril de 2010

II DOMINGO DE PASCUA

Contemplar agradecidos

clip_image002Hay quien piensa que la resurrección de Jesús fue un momento deslumbrador que, de golpe y porrazo, cambió la vida de los discípulos. La realidad es que los Evangelio nos hablan más bien de un proceso lento. No me refiero a que Jesús resucitase poco a poco o a que la resurrección no sea más que el fruto de las reflexiones o meditaciones de aquella comunidad cristiana. Jesús no resucitó porque los discípulos lo pensasen sino que ellos no hicieron más que darse cuenta de lo que había sucedido. Lo que pasa es que ante acontecimiento tan inesperado, sorprendente, extraordinario, singular y fuera de lo común, los discípulos necesitaron un tiempo para asimilarlo, para digerirlo.

Algo así nos sucede a nosotros. Pasa que no nos damos cuenta porque llevamos hablando de la resurrección de Jesús casi desde que nacimos. Tanto hemos oído que nos parece normal. Lo malo es que en esa normalidad no nos damos cuenta de lo extraordinario del asunto y menos de sus consecuencias para nosotros. Seguimos como si tal cosa, como si algo tan sorprendente no fuera con nosotros.

Creer no es conocer a Jesús. No es haber escuchado sus palabras. Ni siquiera es estar convencido de que su mensaje es bueno para la humanidad. Creer es haberse encontrado con Jesús y haber metido, como Tomás, los dedos en sus llagas y las manos en su costado. Creer es reconocer que en Jesús la vida ha triunfado sobre la muerte y que en él Dios ha abierto la humanidad a la esperanza de una vida nueva. Creer es dejar que el espíritu de Jesús resucitado se meta bien adentro en nuestros corazones y recree la esperanza. Creer es confiar en que el Abbá de Jesús respondió al órdago a la grande que le plantearon las autoridades judías cuando decidieron eliminar a Jesús. Creer es asumir con el corazón y con la vida que Dios está por nosotros, que se preocupa de nosotros, que somos sus hijos e hijas queridos, que nadie se queda fuera de su amor ni de su promesa de vida.

reflexión tomada de ciudad redonda

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